Sala 106 cama 2, sala 101 cama 5, sala 105 cama 13, sala 202 cama 7, sala 210 cama 11, sala 104 cama 3...

4.04.2007

EL NO COMIENZO

No hay comienzo, todo es una misma sensacion que transcurre en el tiempo de forma continua y que presumo en paralelo con otros seres humanos con tan diferentes roles. Hablo de esa idea abstracta que es la pasión por vivir, esa mezcla de sensaciones que merodea entre la rabia ante la injusticia y la emoción de desafiar en cada instante al azar. Hablo de mi porque es lo mas cercano que tengo, pero la estructura es la búsqueda de la belleza, nada tan mundial, nada tan eterno, nada tan atemporal.

Hablo en espiral pero podría explicarlo muy simple. Estudio medicina, o trato de estudiar, pero eso no es lo importante porque podría ir al hospital cumpliendo cualquier otro rol, y sería similar. Además, en los 3 años y medio que hay cumplir en un edificio sin camas ni pacientes, pocas cosas son las que dejaron algún recuerdo. Asi que, más que contar los temas que estudio, lo importante es en quienes lo estudio; de ello destaco que lo poco que se de medicina influye muy poco en lo que pretendo contar.

Como me dijo un amigo, los finales pueden ser abiertos, pero los comienzos también. Y esto empieza muchas veces, todos los días, desde siempre. Seria injusto empezar a contar el primer día que fui al hospital, aunque al entrar a la sala haya sentido el inmanejable peso de la vida, todo junto, como una tormenta paralizante, angustiante. Pero, ¿porqué empezaría por ahí y no con la primera vez que tuve contacto con lo antagónico, es decir, con la muerte? Porque antes que entrar al hospital tuve que ir a las salas de anatomía, ver los cuerpos muertos, abiertos, o solo un brazo o una cabeza. Pero también me parece injusto; presumiblemente el primer contacto con la muerte tuvo que haber sido en la infancia, cuando empecé a tomar conciencia de que quería decir.

Asi que no hay comienzo, pero a su vez, comienza todos los días, con cada paciente que conozco. Siento la obligación de nombrar a Julita, mi primera paciente, con cáncer terminal de esófago. No recuerdo mucho de ella, eran muchas cosas nuevas, el hospital, la sala, muchos pacientes, mi túnica como disfraz, y no pude, no soporte acercarme. Después vinieron más, la cara de un hombre hipotiroideo vuelve cada vez que recuerdo el tema, sus cachetes redondos, su casi inexistentes cejas, su voz ronca y lenta. Joanna, una chica de 23 años, con un hijo muerto y una hija viva, en ese orden. Su pielonefritis quedaba desapercibida entre sus ganas de desaparecer. Marcos, 19 años, “adicto a paste base” decia con letras grandes un leuco pegado en la tapa de su historia clínica. Estuve 2 días para acercarme, tenia la alerta de que trataba mal al personal y las enfermeras decían que robaba. Sin embargo, ninguno de mis profesores hubiera podido enseñarme tanto, de él, como de tantos otros, pero de él especialmente, tendré que escribir.

Podría seguir nombrando, Elsa, la evangelista, Roberto, el hombre que vivía en la puerta de una casa abandonada, Angela, Ramon, Hector, Elena…

En fin, todo lo que cuente se trata de mi, pero más bien como un observador externo al que todas las situaciones, ideas, conceptos, le llueven como en una tormenta, y que trata de manejarse lo mejor posible, pero que, impasible, no puede con todo su peso y por eso escribe.

8 comentarios:

Ernest dijo...

buena suerte con este nuevo blog

NATOPIA dijo...

Gracias, pero no necesito suerte. Este blog no necesita publico para subsistir..

Ernest dijo...

es verdad que a vos te cabe lo under

elefante dijo...

me gusto mucho todo eso que escribiste, demuestra una sensibilidad sobre los pacientes que no es muy comun ver, realmente cuando un doctor se acerca a un paciente es solo un nombre, un expediente, pero se ve que vos tenes un toque mas humano y la verdad me dan ganas de pasarme uno dias internado en la sala 106, mas precisamente en la cama 2
un beso
juan

NATOPIA dijo...

Ernest... que queres decir?

Elefante Trompita: eeehhh sos medio hipocondriaco vos, me parece. Igual gracias por venir... :)

elefante dijo...

no, nos soy hipocondriaco para nada, espero no haber dado mucho esa impresion, pero es lo que siempre me parecio a mi de los doctores (con los que he tenido trato, claro, no es bueno generalizar) como que eran muy poco humanos, era eso no mas, no es de hipocondriaco ni mucho menos, es solo una impresion
un abrazo
juan
pd: por que lo de trompita? ah, claro, por la cancion, pero no somos solamente primos lejanos con ese, y para ser sincero, no nos llevamos bien

Alexis dijo...

Suena linda la idea del blog, vamos a ver qué sale, pero pinta bien de verdad =D

Bichicome dijo...

Mi primera paciente fue un angor inestable.
Mi primera paciente en la guardia fue una veterana, hace ya varios años que tuvo un Iam, consulto 2 dias despues, termino en el cti, no se queria quedar, lloraba porque ella tenia que mover al esposo que habia quedado paraplejico para llevarlo al baño y ella consulto por el dolor y tenia que volver para antenderlo.

La vi a la noche en el cti, despues no se que paso con ella.